Las artes marciales son famosas no solo por el gran número de golpes y técnicas que las componen, sino también por el halo de misterio y enigma que giran en torno a su surgimiento.
Generalmente, estamos acostumbrados a oír que las artes marciales datan de miles de años de antigüedad, creadas y desarrolladas en la zona más profunda de Asía por monjes o guerreros ancestrales; pues bien, nuestra historia de hoy sobre el origen del Savate, nada tiene que ver con esos mitos y, aunque hay varias teorías sobre su nacimiento, en esta historia nos vamos a remontar a hace apenas 400 años.
A lo largo del XVII, se dice que los marineros franceses utilizaban técnicas de estiramiento para no perder la agilidad en los largos trayectos. Estas técnicas iban enfocadas a los brazos y las piernas, surgiendo así “golpes” (movimientos) de piernas y puños.
La evolución de estos estiramientos a golpes y los entrenamientos entre compañeros, llevó a desarrollar una técnica de lucha que se empezó a popularizar en las peleas callejeras de las zonas más escondidas de los puertos. Al principio, el nombre que recibió esta nueva técnica de lucha fue “Chausson”, debido, curiosamente, al tipo de calzado que llevaban los marineros de la época.
Poco a poco, estas nuevas técnicas llegaron a grandes urbes como París, allí, los soldados, una vez enterados de estos nuevos y populares movimientos de brazos y piernas, comenzaron a castigar de forma pública a los insurrectos con patadas en el trasero. Esto comenzó a llamarse “La Savate”, cuya tradición al castellano es “viejo zapato” o “golpe de bote”.
Esto caló muy hondo en la población parisina, que empezó a pelearse con las piernas dejando a un lado los puños. Llegó hasta tal punto de popularidad “La Savate”, que, un francés llamado Michael Casseuse comenzó a estudiar las técnicas empleadas en las peleas. Así fue como se crearon los primeros registros de este arte marcial. Michael Casseuse comenzó a impartir clases a las personas más pudientes de la sociedad, y, además, también peleó y derrotó a marineros que empleaban el estilo de lucha “Chausson”. Por todo esto, Michael Casseuse pasó a ser para la historia el primer maestro de Savate de Francia.
Años más tarde, un alumno de Casseuse, Charles Lecour, fue derrotado por un luchador de boxeo inglés, por lo que viajó a Inglaterra y estudió detenidamente este deporte de contacto. Posteriormente, incorporó técnicas de boxeo a “La Savate”, creando así el popular boxeo francés, que aún conserva el nombre de Savate.
Como vemos, el Savate es un deporte con un origen y una trayectoria cuanto menos curiosa, a día de hoy es especialmente popular en Francia, pero va ganando mucha importancia en el resto de países del mundo. En España es cada vez más la gente que se anima a practicarlo, así que si no lo has hecho ya, ¡Ha llegado el momento de intentarlo!
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